El depósito de base plana es, posiblemente, uno de los depósitos más conocidos. Es un modelo que tiene una forma cilíndrica y posee una base completamente plana. Esto permite que la instalación del depósito en superficies llanas sea sencilla. Sólo tienes que depositarlo sobre el lugar en el que vaya a ser instalado. Los depósitos de poliéster son perfectos para el almacenamiento de productos líquidos. En ellos se puede almacenar agua, productos químicos, productos alimenticios, productos industriales o combustibles, entre otros. Este tipo de depósitos están fabricados con fibra de vidrio, un material que destaca por su gran dureza, resistencia y durabilidad. Los depósitos de poliéster resisten muy bien el paso del tiempo y ofrecen un gran rendimiento durante un tiempo prolongado.